Los movimientos neonazis, que se habían debilitado claramente con el alza económica de los noventa, resurgen con renovado vigor y un fundamento ideológico más consistente. Además de una reacción a la inmigración, ahora se añadía una alternativa a la socialdemocracia. La imagen del enemigo también había cambiado: la Unión Europea, que desdibujaba los límites nacionales y raciales, y los nuevos capitales asiáticos, que ahora desempeñaban el papel de los judíos como banqueros del mundo.
Con este trasfondo, Jo Nesbo (Oslo, 1960) nos muestra en "Perirrojo" dos historias paralelas. Una ambientada en 1944 a las puertas de Leningrado, protagonizada por voluntarios noruegos de las Waffen-SS, en la que uno de ellos muere y alguien toma su identidad para vivirla como propia hasta el fin de sus días. Otra, en Oslo en 1999, protagonizada por un grupo neonazi que pretende atentar contra una personalidad pública por determinar. Harry Hole, comisario del servicio de inteligencia, será el encargado de abortar el atentado, en el que parece estar detrás un ex combatiente que cree que todavía tiene una misión que cumplir.
Todo empieza con unos extraños disparos escuchados por unos granjeros en el bosque. La policía se presenta y encuentra unos no menos extraños casquillos de bala. De balas de, nada menos, 16 mm, munición usada para matar rinocerontes y elefantes, incluso un ciervo queda convertido en una masa sanguinolienta inservible si es cazado con semejante munición. Tirando del hilo, concluyen que ha sido disparada desde un rifle Märklin, un arma muy poco frecuente, ya que tuvo una edición limitada. Del archivo digital de la Interpol sacan la lista de envíos encontrada en una redada en casa de un comprador de armas de Johannesburgo. Ello les llevará hasta un grupo neonazi que no estará de más vigilar, ya que pretenden organizar disturbios con motivo de una fiesta musulmana.
Sin embargo, ¿a quién le interesó comprar un rifle semejante? ¿Y por qué? Si planea atentar contra alguna personalidad, no está prevista la llegada inminente de ninguna a Noruega. A no ser que el potencial asesino no tenga prisa. En este caso, casi seguro que vive habitualmente en Noruega y no está bajo vigilancia. No es extraño que unos terroristas introduzan un arma de contrabando en el país, se la den a esta persona, y se larguen puesto que ellos sí son vigilados, y ya se interrumpa todo contacto con ella. A lo largo de la historia descubriremos como Tom Walker, un neonazi infiltrado en la policía, parece tener alguna idea al respecto.
Una historia muy parecida a la que Frederick Forsyth nos ofrece en "Chacal", llevada con gran éxito al cine, ya que nos ofrece una intriga continua para descubrir un atentado contra no se sabe muy bien quién, y un asesino del que menos aún se conoce. Sin embargo, su punto débil a mi juicio son unos cambios de tiempo en algunas ocasiones bastante desordenados. La trama, en todo caso, es sencilla y fácil de seguir, y tras una intriga constante no descubriremos a quién va dirigido el atentado hasta las últimas 40 páginas (de 600) y su éxito o fracaso no se dilucida hasta los últimos párrafos.
Vía: http://www.ciao.es/Petirrojo_Jo_Nesbo__Opinion_2347411
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