Pensamos que el servicio Lavacolla sería una buena alternativa para ir al aeropuerto pero ha sido una enorme decepción. Tuvimos que esperar 40 minutos a que nos trajeran el coche a la terminal del aeropuerto de Barcelona, en lugar de los 15 que nos prometieron. El conductor llegó derrapando, de malos modos y fue realmente muy mal educado. Al quejarnos del pésimo servicio, se fue pitando, dejándonos con la palabra en la boca. Luego nos dimos cuenta que en el comprobante constaba que el coche había salido del parking de Lavacolla a las 17h, seis antes de que nos lo devolvieran en el aeropuerto, pasadas las 23h. ¿Dónde estuvo nuestro coche durante esas más de seis horas?
Lamentablemente, lo que parecía una buena idea ha sido una pésima opción. Esa fue la primera y la última vez que utilizamos Lavacolla. Nunca más.
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