Nada más mudarme a Gijón, se me dió al poco por cortarme el flequillo, y como yo aunque alguna vez me he cortado el pelo, quería un corte recto, y que me quedase bien, se me ocurrió buscar una peluquería, por proximidad, y ya que la había visto, me aventuré a acercarme a una peluquería de Jean Louis David.
El caso es que mis palabras fueron : Quiero un flequillo poblado y recto justo por la línea de las cejas y que en ambos extremos justo desde el final de las cejas al resto del pelo, un poquito más largo para que no se note el corte y puedan quedarme unos mechones algo más largo s si me hago una coleta.Yo creo que me expliqué bien, pero la chica debió entender: Cortame el flequillo como te dé la gana, dejamelo hinchado y si pueden ser 4 pelos, mucho mejor que 8.
Así que me quedó un flequillo desastroso, por encima, la chica no paraba de intentar venderme unos champús que había en el escaparate para cabello seco (cuando el mío es graso) y llenos de polvo, diciéndome que vendían muchísimos, así que evidentemente no me vendió nada.
Haría bien su labor si escogiera los productos adecuados para venderme y si los hubieran limpiado previamente, porque vamos, estaban ahí muertos del asco, además me dijo que tenían polvo porque entraba mucho de la calle, y yo que trabajo en una oficina a pie de calle, se que entra polvo, pero cuando se limpia desaparece, (igual ella desconocía este detalle).
Comentarios
Publicar un comentario